Argentina
Ocio cero en las cárceles: el Gobierno elimina privilegios y cambia esquema de trabajo
«El que no hace nada, no cobra. El que hace trabajo productivo, cobra por lo que hace, no por estar preso», señala el comunicado oficial del Ministerio de Seguridad, resumiendo la nueva filosofía en la administración penitenciaria.
«El que no hace nada, no cobra. El que hace trabajo productivo, cobra por lo que hace, no por estar preso», señala el comunicado oficial del Ministerio de Seguridad, resumiendo la nueva filosofía en la administración penitenciaria.
El Ministerio de Seguridad Nacional anunció la eliminación del sistema de retribución económica para presos que no realicen tareas productivas. Esta medida busca poner fin a lo que el gobierno describe como un modelo de «inactividad premiada con fondos del Estado», implementado por administraciones anteriores.
La nueva disposición, que entra en vigencia este mes, se enmarca en el plan «Manos a la Obra», lanzado en octubre de 2024 por la ministra Patricia Bullrich, que tiene como objetivo central aplicar el principio de «ocio cero» en las cárceles federales.
Según el nuevo esquema, solo un 5% de la población carcelaria podrá llevar a cabo tareas generales dentro del establecimiento (como limpieza y mantenimiento) y recibir una remuneración por ello, siempre y cuando cumplan una jornada laboral de al menos ocho horas diarias. El resto de los internos deberá realizar tareas de convivencia, como la limpieza de celdas y espacios comunes, sin percibir ningún tipo de compensación económica.
«El que no hace nada, no cobra. El que hace trabajo productivo, cobra por lo que hace, no por estar preso», señala el comunicado oficial del Ministerio, resumiendo la filosofía que impulsa la nueva gestión penitenciaria. Con esta política, el gobierno busca fomentar el trabajo productivo dentro de las unidades penales y terminar con la práctica de otorgar beneficios económicos a los presos sin que estos realicen una contraprestación.
El Ministerio de Seguridad sostiene que esta medida representa un cambio estructural, orientado a imponer el orden interno y reducir el tiempo de inactividad en las cárceles, al tiempo que se combate lo que se considera una cultura de privilegios.
En sus redes sociales, la ministra Bullrich declaró: «El kirchnerismo les pagaba a todos los presos solo por estar presos. Nosotros cortamos los privilegios: el que hace una actividad productiva, cobra por lo que hace. Y fajineros, solo los que realmente cumplen tareas de fajina. El que está tirado sin hacer nada, ni un mango, va a tener que cuidar su celda, limpiarla, mantener las instalaciones y cumplir normas».
La implementación del plan “Manos a la Obra” se presenta como parte de un enfoque más estricto y productivista en el tratamiento de las personas privadas de libertad. Con esta normativa, el Estado busca alinear el régimen carcelario con valores de esfuerzo, trabajo y responsabilidad individual, eliminando lo que consideran distorsiones previas.